Ocurrió este fin de semana. Todo empezó con la relectura de unas fotocopias de algunas páginas de "el puesto del hombre en el cosmos" (Max Scheler); había llegado hasta ellas a partir de relacionar una idea puntual que recordaba de ese texto con la enseñanza más importante de Sócrates. Entonces todo
fluyó; sólo restaba tomar las decisiones adecuadas. Y fueron tomadas.
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